Características del Mazda CX-5
El Mazda CX-5 2026 ya está en el mercado, pero sus novedades parecen más un retroceso que un avance. Estrena un diseño más moderno y atractivo para algunos, y un interior más tecnológico con pantalla tipo tablet, aunque no todos disfrutan de las pantallas grandes y, además, desaparecen las prácticas perillas físicas. Lo más preocupante es que ya no ofrece el motor de 256 caballos de fuerza, quedando limitado a una sola opción menos potente.
En cambio, el Mazda CX-5 2025 y también el 2024 mantiene el motor de 256 caballos, tiene un precio mucho más bajo y ofrece un interior, quizá no tan avanzado, pero sí con todo lo necesario. Hoy te contaremos 5 razones por las que el CX-5 2025 sigue siendo mejor compra que el modelo 2026.
Número 1: Mejores Motorizaciones
El motor turbo de 256 CV del CX-5 2025 ofrece un rendimiento superior al modelo 2026
El Mazda CX-5 2025 representa la última oportunidad de acceder al motor 2.5 litros SKYACTIV-G turboalimentado, una mecánica que entrega hasta 256 caballos de fuerza con combustible premium y 320 libras pie de torque, capaz de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en apenas 6,2 a 6,4 segundos. Este propulsor no solo ofrece cifras contundentes, sino que también refleja el punto más alto de desarrollo de la plataforma actual, con una respuesta inmediata, potencia abundante y una experiencia de manejo claramente más emocionante que la de la mayoría de sus rivales con motores atmosféricos.
En el modelo 2026, Mazda ha tomado la decisión de eliminar por completo la versión turbo, dejando como única opción el motor base 2.5L naturalmente aspirado con 187 caballos de fuerza, el cual requiere alrededor de 8,1 segundos para alcanzar los 100 km/h. Esto implica una pérdida de casi dos segundos en aceleración respecto al modelo saliente, lo que supone un cambio importante para quienes buscan un SUV compacto con carácter dinámico y sensaciones deportivas.
Más allá de la potencia, el CX-5 2025 destaca por unas dinámicas de manejo ampliamente elogiadas, con una dirección precisa, un chasis equilibrado y un control de carrocería ejemplar, cualidades que lo han convertido en una de las opciones más atractivas para los conductores que valoran la agilidad y la conexión con la carretera. Su comportamiento transmite una sensación similar a la de un sedán deportivo, algo poco común en un SUV de su segmento, y que le ha ganado una reputación única en términos de placer de conducción.
Esto significa que, si buscas un SUV con más carácter, mejor capacidad para remolcar, subir pendientes o realizar viajes cargados sin que el motor se sienta forzado, los modelos 2025 o 2024 resultan más convenientes, ya que combinan la solidez mecánica del CX-5 con la versatilidad de elegir entre un bloque eficiente o uno enfocado en el rendimiento. Además, la desaparición del turbo en el 2026 obliga a quienes quieran más potencia a esperar hasta 2027 para el híbrido SKYACTIV-Z, dejando a las versiones actuales como la última oportunidad para disfrutar de un CX-5 con el motor más potente de la gama.
Número 2: Mejor Experiencia de Conducción
El CX-5 2025 mantiene la filosofía de conducción deportiva que caracteriza a Mazda
El CX-5 2025 es conocido por su puesta a punto dinámica: dirección comunicativa, chasis con buena respuesta y una suspensión que, aunque algo firme en baches, transmite control y deportividad en curvas. Esa filosofía de conducción que diferencia a Mazda en su segmento suele perderse parcialmente cuando un vehículo crece en dimensiones y peso para priorizar habitabilidad.
La versión 2026 es más grande, con mayor distancia entre ejes y más aislamiento, lo que se traduce en una sensación de conducción menos directa. Los entusiastas y aquellos que recorren carreteras secundarias apreciarán la agilidad y la conexión con el coche del 2025: es un vehículo que recompensa una conducción activa sin sacrificar tanto la comodidad. Si tu uso combina ciudad con carreteras reviradas o simplemente disfrutas conducir, el CX-5 2025 conserva ese ADN más puro que muchos prefieren.
Razón 3: Fiabilidad Comprobada en el 2025 y Riesgo en el 2026
El CX-5 2025 cuenta con 8 años de perfeccionamiento continuo y fiabilidad comprobada
La diferencia en confiabilidad entre el CX-5 2025 y el CX-5 2026 es clara y significativa. El modelo 2025 es el resultado de ocho años de perfeccionamiento continuo desde el rediseño de 2017, lo que le ha permitido alcanzar un nivel de madurez mecánica y electrónica muy alto. Presenta una calificación sobresaliente en calidad y confiabilidad, con un historial que lo clasifica como un producto sólido y probado.
En este tiempo, solo ha registrado cuatro llamadas a revisión y poco más de un centenar de quejas a nivel global, cifras especialmente bajas si se considera que se han vendido más de un millón de unidades en todo el mundo. Esto demuestra que su plataforma actual ha pasado por un proceso exhaustivo de depuración, eliminando fallos y reforzando su estabilidad.
Por el contrario, el CX-5 2026 es una tercera generación completamente rediseñada, lo que lo convierte en un producto de primera generación con los riesgos que esto implica. La historia de la propia marca demuestra que, en sus modelos recién estrenados, los primeros años suelen presentar más incidencias. Ejemplos claros fueron los problemas de frenos y acabados interiores en el Mazda3 2014, las fallas en luces diurnas LED y freno de mano electrónico en el CX-5 2016 o los ajustes necesarios en el CX-5 2017-2018 que tardaron hasta 2019 en corregirse por completo.
A esto se suma que el CX-5 2026 incorpora un nivel de complejidad tecnológica mucho mayor. La pantalla táctil central de 15.6 pulgadas sustituye la mayoría de controles físicos del sistema de climatización, mientras que su nueva arquitectura electrónica y los avanzados sistemas de asistencia al conductor añaden puntos de posible fallo que todavía no han sido probados a gran escala.
Otro punto a favor del modelo 2025 es la alta satisfacción de sus propietarios, con un 85% de ellos dispuestos a recomendarlo. Muchos reportan haber superado las 100 mil millas con problemas mínimos y un mantenimiento limitado a lo rutinario. Esta reputación de durabilidad es un activo que el modelo 2026 aún no posee y que solo podrá ganar con el paso de los años y la validación en condiciones reales de uso.
Razón 4: Rendimiento Práctico en Uso Familiar y Viajes Largos
El CX-5 2025 ofrece un paquete práctico y equilibrado para uso familiar
Aunque la versión 2026 crece en maletero (se habla de cifras como 583 litros en algunas configuraciones), el CX-5 2025 ofrece un paquete práctico y equilibrado: maletero de más de 500 litros, versiones diésel con excelente par para adelantamientos con carga, y variantes con tracción integral para condiciones adversas.
Los clientes que hacen viajes largos habitualmente, que remolcan o que llevan la carga de la familia apreciarán la disponibilidad de motores diésel 2.2 en dos niveles de potencia (150 y 184 CV) —con el empuje que estos motores aportan a bajo régimen— y la posibilidad de optar por cajas manuales o automáticas de convertidor probadas en el tiempo.
Otra consideración realista: la versión 2026 incorpora más electrónica y sistemas de asistencia; eso es positivo, pero también plantea dudas sobre consumos reales con mayor peso, la fatiga de componentes y el coste de reparación de unidades electrónicas avanzadas en caso de fallo. Para quien prioriza un rendimiento predecible en autopista, economía en viajes largos y capacidad práctica para la vida familiar, la generación 2025 representa una solución más sólida y menos arriesgada.
Número 5: Precios Más Bajos
El CX-5 2025 ofrece una ventaja económica inmediata que supera los $4,000
El Mazda CX-5 2025 ofrece una ventaja económica inmediata que supera los $4,000 frente a lo que costará el modelo 2026. Esto se debe a que en la versión 2025 aún se encuentran disponibles incentivos como descuentos en efectivo, bonos por lealtad, beneficios para militares y financiamiento con tasas reducidas de hasta 2.9% APR a 36 meses.
Los concesionarios ofrecen descuentos adicionales en el modelo 2025
Además, aunque es cierto que los últimos años de una generación tienden a depreciarse un poco más rápido —alrededor de un 6-8% adicional— el precio de compra más bajo del CX-5 2025 y los incentivos actuales compensan con creces esa diferencia. A largo plazo, el costo total de propiedad a cinco años puede resultar entre $3,000 y $5,000 más bajo que el del nuevo modelo gracias a su menor precio inicial y a que los gastos de mantenimiento se mantienen estables.
Para quienes planean conservarlo menos de cinco años, la ecuación es todavía más favorable, ya que las ofertas actuales incluyen arrendamientos desde $299 al mes con una entrada de $3,000, algo prácticamente imposible de encontrar en el lanzamiento de un modelo completamente renovado.
Conclusión: ¿Vale la Pena?
El CX-5 2025 representa la mejor relación calidad-precio en el segmento
El Mazda CX-5 2025 representa la culminación de ocho años de perfeccionamiento continuo, ofreciendo una combinación única de rendimiento, fiabilidad y valor que el modelo 2026 aún no puede igualar. Con su motor turbo de 256 CV, experiencia de conducción deportiva, fiabilidad comprobada y precios significativamente más bajos, el 2025 sigue siendo la elección más inteligente para quienes buscan un SUV compacto premium sin comprometer el rendimiento ni la economía.
Mientras que el 2026 introduce novedades tecnológicas interesantes, estas vienen acompañadas de sacrificios importantes en términos de potencia, precio y confiabilidad. Para los conductores que valoran la experiencia de conducción, la fiabilidad a largo plazo y la mejor relación calidad-precio, el CX-5 2025 sigue siendo la opción más acertada en el mercado actual.
¿Qué opinas?
¿Te parece que el CX-5 2025 es realmente mejor opción que el 2026? ¿Has tenido experiencia con alguno de estos modelos? Déjanos tu respuesta en los comentarios.
Comentarios
0 comentariosNo hay comentarios aún. ¡Sé el primero en compartir tu opinión!